Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina preventiva
A partir de los 40, antes de ponerte «a todo gas», chequéate
Hábitos, Recomendaciones Y Revisión médica
El mes de septiembre suele ser el de la reanudación de la actividad profesional y también un momento que nos motiva a comenzar nuevos proyectos y hacer realidad propósitos dirigidos al bienestar; aquellos que por una u otra excusa... en demasiadas ocasiones posponemos: llevar una buena dieta, practicar deporte, dejar de fumar, hacernos una revisión integral, etc.
Después de las vacaciones, lo más deseable es que nos sintamos "renovados" físicamente y "frescos" mentalmente para retomar con energía las responsabilidades de la vida cotidiana aparcadas durante esos días de descanso. Aunque también es posible que tengamos el recelo de haber disfrutado de algún "agradable abuso" que al volver sabemos que, tarde o temprano, tendremos que corregir.
En la mayoría de los casos, la propia dinámica del día a día, con sus obligaciones y el ajetreo que conlleva, ya favorece la recuperación de los hábitos olvidados con los que nuestro cuerpo al poco tiempo va tornando a su regularidad.
Sin embargo, si nuestro "cuentakilómetros" ha superado los 40 años de trayecto, esta vuelta se convierte en un momento idóneo para conocer exactamente el estado de nuestro "motor". Es decir: a partir de esta edad -y no más tarde de los 50- es bueno hacerse un chequeo que permita obtener información sobre nuestra salud, básicamente de forma preventiva y bajo un doble objetivo:
- Detectar de forma precoz factores de riesgo y / o enfermedades silenciosas que pueden aparecer con más prevalencia a partir de esa etapa
- Recibir orientación/apoyo para modificar o introducir hábitos saludables adecuados para cada caso, en función de la información obtenida.
Así pues, no debería suponernos pereza alguna el pasar periódicamente nuestra ITV particular, aunque pensemos que disfrutamos de una buena salud; ni tampoco generar ningún tipo de miedo a que pueda surgir algún indicio no deseado. Ya que si todo es correcto, disfrutaremos de saber que estamos en perfectas condiciones para avanzar en nuestros propósitos; y si no fuera el caso -por haberse detectado alguna alerta- saber que nos hallamos en el mejor momento para poder actuar y tomar las medidas adecuadas con más antelación, consiguiendo que la probabilidad de curación o de éxito de un tratamiento sea significativamente superior.
Sea como sea, hacerse un chequeo preventivo regularmente: aporta tranquilidad, conocimiento objetivo del estado de salud, orientación y consejos para conseguir el máximo bienestar, y como consecuencia ser conscientes de lo que necesitamos y/o podemos hacer para favorecer un mayor rendimiento y satisfacción en todos los ámbitos de nuestra vida.
Si tu salud te importa y tu vida de lleva a ponerte "a todo gas", no lo pienses más: confía en el equipo de "boxes" de Avantmèdic para tu tranquilidad.