Oftalmología
Con la conjuntivitis, ojo!
Conjuntivitis, Dr. Juan Antonio Ezpeleta Campaña, Dra. Maria Jesús Muniesa Royo, Picor, Recomendaciones Y Vista
Existen tantos tipos de conjuntivitis como factores que las pueden provocar. La mayoría de estas afecciones responden favorablemente a los tratamientos; aun así debemos estar alerta frente a síntomas como la pérdida de visión o el aumento del dolor ya que pueden conllevar más riesgo para nuestros ojos.
¿Qué es y de qué tipo puede ser?
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa transparente que cubre el interior de los párpados, y de la superficie del globo ocular.
La conjuntiva está muy vascularizada, es decir, contiene una gran cantidad de pequeños vasos sanguíneos que se ven como delgadas líneas rojas sobre la esclera (blanco del ojo). Por eso, cuando se inflama, el ojo se pone rojo.
Las conjuntivitis pueden afectar a personas de cualquier edad, y existen diferentes tipos en función de los factores que las pueden provocar:
- Infecciosa: supone una tercera parte del total de los casos; puede ser debido a una infección provocada por bacterias o virus.
- Alérgica: se produce ante la exposición a un alérgeno (aquello a lo cual una persona es alérgica). Los más frecuentes son los ácaros del polvo, el polen, diversas sustancias de árboles, flores y plantas, así como hongos y epitelios (descamación) de animales. Otras causas pueden ser el clima seco o la utilización de lentes de contacto.
- Irritativa: se produce por una inflamación del borde palpebral (blefaritis) causada habitualmente por el uso de cosméticos o por el contacto con sustancias irritantes presentes en el ambiente (disolventes, pinturas, cloro de las piscinas, etc.).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas más frecuentes son:
- ojos rojos
- picor ocular
- sensación de arenilla
- párpados hinchados
- lagrimeo y secreciones (legañas)
Síntomas que pueden también venir acompañados de:
- fotofobia (intolerancia a luz)
- visión borrosa
Cabe destacar que en la conjuntivitis alérgica si bien el síntoma más importante es el picor, esta inflamación puede estar asociada a otros síntomas de alergia a nivel nasal (como estornudos y secreción acuosa), bronquial (asma) o de la piel. En el caso de las conjuntivitis infecciosas (bacteriana) el síntoma que predomina la secreción, que puede ser amarillenta o verdosa, y es habitual despertar por la mañana con los párpados pegados.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento varía en función de la causa la produce la conjuntivitis. Nos referiremos a grandes rasgos como se abordan distintos tipos.
- Vírica: Como en el caso de un resfriado, no tiene tratamiento específico pero sí sintomático. El oftalmólogo puede pautar un tratamiento antiinflamatorio para disminuir las molestias y, si fuera necesario, un tratamiento antibiótico para evitar la sobreinfección bacteriana.
- Bacteriana: El tratamiento se basa en el uso de antibióticos tópicos (gotas) durante al menos una semana.
- Alérgica: Si dejamos de estar en contacto con el alérgeno causante, puede remitir por si sola. Para aliviar los síntomas se puede utilizar compresas frías. En el caso de las conjuntivitis alérgicas estacionales leves se utilizan los antihistamínicos tópicos; en los casos moderados o con afectación extraocular, se añaden antihistamínicos por vía oral. En los casos más severos se añaden corticoides tópicos.
- Irritativa: Este tipo de conjuntivitis, como la que se produce por el cloro de las piscinas, se alivia eliminando la causa que la ha producido y administrando un antiinflamatorio ocular para minimizar las molestias.
¿Cómo podemos prevenir la conjuntivitis?
En el caso de padecer algún tipo de alergia, la mejor medida de prevención es evitar la exposición al alérgeno causante. Así pues es básico e importante identificar el agente causal, cuando sea posible. Si la exposición ya se ha producido, hay que lavar el ojo afectado con suero fisiológico y lágrimas artificiales ya que permite limpiar la superficie ocular y reducir el tiempo de contacto con el factor causante.
Para disfrutar de instalaciones o zonas de agua (piscina, mar, etc.) y espacios húmedos (saunas, baños turcos, etc.), sin temer a consecuencias perjudiciales para nuestros ojos, es muy recomendable el uso de gafas de natación o de buceo. En estas actividades, los portadores de lentes de contacto son la población con más riesgo de contraer una infección ocular, por lo que se desaconseja su práctica con las lentillas puestas.
Hay que tener en cuenta, que las conjuntivitis víricas son especialmente contagiosas, incluso antes de aparecer los síntomas ya que el periodo de incubación puede llegar a ser de una semana. Dado el caso, deben tomarse medidas para evitar el contagio como lavarse las manos, no compartir objetos que hayan estado en contacto con ojos infectados (sábanas, toallas, lápiz de ojos), no llevar a los niños con conjuntivitis infecciosa al colegio, no usar lentes de contacto ni maquillajes, etc.
Lo más importante que debemos saber
La mayoría de las conjuntivitis responden favorablemente a los tratamientos; aun así deberemos estar especialmente alerta frente a síntomas como la pérdida de visión o el aumento del dolor ya que pueden conllevar más riesgo para nuestros ojos.
Acudir al especialista en Oftalmología tan pronto como se inicien las molestias, es lo más recomendable que podemos hacer para nuestros ojos. Éste, no solamente llegará a un buen diagnóstico y determinará el tratamiento más adecuado para cada caso, sino que será quién mejor nos aconsejará sobre las medidas de prevención a tener en cuenta.