Otorrinolaringología
El uso y abuso del tabaco
Dr. Xavier Galindo Ortego
Patología otorrinolaringológica asociada al tabaquismo
Todos conocemos la relación que existe entre el tabaquismo y las enfermedades graves, como los tumores de pulmón, los problemas cardiológicos, digestivos, tumores de les vías urinarias, impotencia, alteraciones circulatorias periféricas severas, y otros de menor importancia aunque no de menor frecuencia. Intentaremos conocer hoy otros problemas relacionados con el uso y abuso del tabaco en las vías aerodigestivas superiores, boca, faringe, laringe… es decir, el área que tratamos los otorrinolaringólogos.
Socialmente, los efectos nocivos empiezan a aflorar entre los 35 y los 65 años. El desembolso farmacológico y medicosanitario habitual es brutal. El sexo femenino está aumentando la incidencia de las patologías asociadas tres veces más que durante los años 80 porque cada vez hay más número de mujeres fumadoras y, sencillamente, el problema se acentúa porque para el fumador es muy difícil dejar de fumar.
Consideramos fumador a aquella persona que consume de forma habitual “cualquier cantidad de tabaco” y gran fumador el que pasa de veinte cigarrillos al día.
A finales de la década de los 90, en los Estados Unidos, diversas asociaciones denuncian a les tabaqueras.
En España, es en el 2001 cuando la asociación española de laringoctomizados inicia una demanda contra la tabacalera.
Esto nos hace suponer que todos (incluso a los fumadores) ya empezamos a considerar el tabaco como una sustancia peligrosa que “realmente” causa graves daños a la salud y enfermedades científicamente comprobadas. Históricamente, es en 1761 cuando se describe por primera vez la asociación del tumor nasal y el tabaco aspirado. En 1792 también se relaciona el cáncer de labio con los fumadores de pipa y el cáncer de boca con los mascadores de tabaco (cowboys..).
Definimos hoy el tabaco como un carcinógeno, que es aquella sustancia capaz de inducir en el crecimiento de un tumor.
En el área de la ORL los tumores de boca, faringe o laringe, se relacionan con el tabaquismo en la mayoría de los casos. El riesgo relativo, entre los fumadores, de sufrir alguno de estos tumores se incrementa de 12 a 68 veces más que en un no fumador. Los pacientes que han sufrido un cáncer de laringe eran fumadores en un 97% de los casos. Los que lo superaron están en gran parte laringoctomizados o mutilados de la voz, y han tenido que aprender otros sistemas de comunicación para relacionarse con los otros.
También está muy claro que cuantos más paquetes se consumen, mayor es la probabilidad de ser diagnosticado de un tumor ORL en estadio avanzado, que lógicamente tiene peor índice de curación. Y, en los grandes fumadores, la existencia de otro tumor (segundo tumor primario) en otras zonas se presenta en más del 50% de los casos.
Cuando se consume un cigarrillo, entran en juego más de 30 carcinógenos directos i, a su vez, multitud de sustancias lesivas, que pueden afectar los bronquios, alterar las membranas y permitir un incremento en la absorción de las sustancias potencialmente malignas.
Si tenemos en cuenta que el gran fumador, es también bebedor de alcohol, la unión de ambos elementos, elevará todavía más el riesgo relativo de sufrir una de estas patologías comentadas. Existen otros factores, como las gasolinas, productos químicos etc... que se asocian a tumores y otras patologías del área ORL, pero únicamente entre el 1.3 al 5% de los casos. Para el resto, es decir, el 95-98% de los que sufren enfermedad del área Otorrinolaringológica, el factor principal seguirá siendo el tabaco.
Cada vez, el fumar está menos de moda, no se exhibe en películas ni en televisión, existe una jurisprudencia en contra, cada vez estamos más inmersos en la era de la comunicación. Ya no vale el “no lo sabía”, tenemos multitud de distracciones en nuestro alrededor y conocemos y sabemos que el tabaquismo produce o puede producir enfermedades que están científicamente comprobadas. Si añadimos, además, que los gastos sanitarios son brutales y que estamos socialmente sensibilizados, podremos empezar a pensar que esto del tabaquismo es una verdadera tontería. Del mismo modo, hemos de recordar que fumar sigue siendo un acto voluntario añadido a la nuestra propia cultura y que las sustancias que se queman actúan como una droga produciendo una dependencia física y psíquica.
El camino todavía sigue siendo largo y tortuoso pero seguro que es posible.
Doctor Xavier Galindo Médico Otorrinolaringólogo en Avantmèdic