En muchas culturas, el masaje infantil constituye una tradición muy antigua. Diferentes estudios en la materia afirman la necesidad del contacto afectivo como parte fundamental de los primeros años de vida; de aquí que el masaje infantil sea uno de los más grandes y fáciles métodos para establecer este primer contacto.
El masaje infantil es una técnica tierna y agradable. Es el arte de la comunicación mediante las miradas, las sonrisas, el contacto, las palabras, el juego..., que nos acercan al bebé.
El Tacto es un poderoso medio para el desarrollo fisiológico, psicológico y emocional del bebé.
El bebé no se nutre única y exclusivamente de comida; necesita fundamentalmente amor y estima, a partir del cual adquirirá la seguridad y la acogida emocional para poder crecer de manera armónica. El masaje infantil facilita un tiempo de máxima calidad para las dos partes, bebé y padres, con lo que todo el mundo sale felizmente beneficiado.
Actualmente la mayoría de los padres y madres están sujetos a horarios laborales y de otras obligaciones que les dificultan dedicar a los niños el tiempo y la atención que requieren, olvidando en muchas ocasiones que también merecen disfrutar de maravillosos momentos que los hijos les pueden regalar a medida que van creciendo.
El masaje infantil también tiene ventajas terapéuticas. Conocer su técnica es especialmente interesante para aquellos bebés con gases y cólicos, así como para aquellos que son más inquietos o nerviosos.